Esa es la excusa que se dan estas jovencitas xxx a sí mismas cuando piensan en cómo se convirtieron en tortilleras de la noche a la mañana. Siempre se sentían insatisfechas teniendo sexo con hombres, no acababan de llegar al orgasmo y siempre parecían sentir que faltaba algo. Hasta que se les ocurrió besarse una tarde cualquiera, y ahí descubrieron cuánto se gustaban sus lenguas y el sabor de sus coños.  Esto no fue casualidad, eran chicas lesbianas desde hacía tiempo aunque no lo supieran, y descubrirlo así fue totalmente cosa del destino, que quiere que  disfruten del sexo a más no poder.