Parece que practicar sexo anal se ha puesto bastante de moda en los últimos tiempos, aunque a priori parecía que había un colectivo que no iba a tirar mucho de él. Porque muchos pensaban: ¿por qué iba a gustarles a las tortilleras follar por el culo, si no les gusta las penetraciones con ningún apéndice? Ah, parece que ya habían olvidado los consoladores con forma de penes enormes, pero en fin… la cuestión es que se equivocaron de medio a medio.
Tambien las lesbianas han aprendido a darse placer con el porno anal, y vaya si se han enganchado a él. Algo normal, si tenemos en cuenta que estas guarras se apuntan a cualquier cosa que les provoque un orgasmo, y para lo que no necesiten ningún maromo.