Parece que lo que era simplemente una visita a una vieja amiga en otra ciudad se ha convertido en el principio de una verdadera relación lésbica. Tras varios años sin verse, estas antiguas compañeras de facultad decidieron encontrarse, y una de ellas pensó quedarse en casa de la otra durante unos días. Así pensado y ambas encantadas, pasaron todo el día juntas, y se despidieron para irse a dormir.
Pero claramente algo las despertó por la noche, seguramente sus coños calientes que habían reconocido tantas ganas de tener un orgasmo en el otro como en sí mismos. La cuestión es que ambas maduritas xxx fueron a encontrarse en lencería, y pronto quedó claro que las horas siguientes no iban a dormir precisamente. De seguro, iban a comerse los chochos hasta correrse incontables veces.