Sin duda, ese es un paso muy importante en la relación de esta pareja de lesbianas jovencitas: el conocer el hogar de la otra. La chica rubia vive aún con sus padres, pero su novia ya tiene casa propia, y la invita a conocerla por primera vez. Por supuesto, la idea es inaugurar cada habitación del piso con una follada de lesbianas, y no hay mejor lugar para empezar que el salón. Sentadas en el sofá, no parece que la haya invitado simplemente para correrse, pero nadie niega qué buen mueble es para tener sexo lesbico. Y es que una vez que empiezan a besarse y acariciarse, sus coños calientes ya no las dejan parar.