El mes pasado en compañía de la familia es de obligado cumplimiento para estas chicas universitarias, una vez terminado el curso. Han mantenido el contacto con las llamadas y los videochats xxx, pero ya tenían ganas de verse en persona. Cuando por fin lo hicieron, ni siquiera se dijeron una palabra: fueron directas a la cama a quitarse la ropa. Y las tortilleras desnudas ya estaban cachondas cuando empezaron a tocarse y acariciarse, sin que sus bocas estuvieran quitas. Las lenguas mojaban todos los rincones de sus cuerpos, y así jadeando y gimiendo se dieron la bienvenida. Y sus corridas solo fueron la guinda del pastel.