Masajes orientales y mucho sexo lesbico
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¿Cómo iba a sospechar que mi madre era una boyera, o como mínimo una zorra bisexual? Bueno, mi amiga sí que es tortillera declarada, y me sorprendió cuando mi madre la invitó a cenar con nosotros en Nochevieja. Pero lo que no sabía era que la hizo llegar antes con la intención clara de seducirla; y para asegurarse, bien que se llevó sus dildos sexuales a la cocina, justo donde la acorraló. Y mi amiga, cuando se vio ante una guapa madura como mi mdare mostrándole su interés, no tardó nada en sucumbir a sus encantos, porque mamá es una tía buena.