Vienen de la City con sus trajes elegantes, aparentando ser mujeres maduras frías, calculadoras y profesionales… pero cuando se quedan a solas, tienen coños calientes como cualquiera, así que por ser empresarias británicas no dejan de escocerles las partes bajas esperando un buen revolcón. Y como estas compañeras de trabajo son lesbianas, no tiene más que dejar el despacho juntas, y entonces encontrar un picadero para tocarse y lamerse los chochos maduros, que ya tiene sus bragas mojadas sólo con pensar en todas las guarradas de tortilleras en cuanto estén juntas y a solas.