Puede que las fiestas de pijamas fueran muy inocentes hace unos años, cuando estas chicas xxx eran más jóvenes; ahora, compartir la cama siendo las dos tortilleras es toda una provocación. Está claro que no podrían soportar acabar la noche sin tocarse, solo con rozarse dormidas ya estaban cachondas. Así que cuando la india abrió primero los ojos, se encontró con el cuerpo caliente de su amiga japonesa, y no pudo evitar meterle mano. La otra despertó del gusto, lógicamente, y antes de desayunar quisieron masturbarse a gusto, para empezar el día con un orgasmos lésbico.