No es la primera vez que esta madura tetona encuentra a la becaria al teléfono hablando con su novio y con todo el trabajo con hacer. Tras un par de toques de atención, hoy por fin perdió la paciencia, pero ha decidido que no iba a despedirla. No, iba a demostrarle que, si no era capaz de hacer su trabajo y se aburría, podría servir para algo mejor que poner cachondo al gili de su novio. De hecho, iba a servir para que ella se desestresara a base de orgasmos, porque la jefa es una lesbiana viciosa que estaba deseando meterle mano a esta zorra jovencita. Y si la chica no se convierte en boyera después de esta follada lesbica con la mandamás, poco le faltará.