La pareja de lesbianas viciosas ha convencido a sus amigas para hacer un intercambio de parejas; sobre todo porque esta morena hacía tiempo que le hacía ojitos a la otra rubia tortillera. Con ese ardid consiguió acabar en el catre con ella, porque tampoco quería montar una cama redonda ni mucho menos; quería catar ese coño caliente a solas. Porque su novia ya les había contado que era una bomba sexual, y entre eso y el ser una preciosa mujer, a esta puta boyera la tenía totalmente encandilada.