No quieren que en la hermandad sepan que son boyeras
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Claro que a nadie le gusta que le pongan los cuernos, tener un marido infiel es realmente una mala cosa. Sin embargo, aunque la rubia tetona ha ido a casa de su amiga para contarle sus penas, en realidad no se la ve demasiado hundida. De hecho, en cuanto la otra milf ha empezado con las caricias en plan lesbianas, se le ha puesto cara de felicidad total. Para mí que los cuernos que el marido le ha puesto le han servido para lanzarse al sexo lesbico de cabeza; y si es con una sexy tortillera como la guarra de su amiga, mejor que mejor.