No hay duda de que esta directora general usa el sexo lesbico para cerrar más de un trato de negocios; si no, ¿para qué tendría un arnés con polla metido en el cajón del escritorio? Y era una suerte que en esta ocasión su futura socia fuera esta bella negra, que también debías ser lesbianas al mirar con ojos de viciosa el juguete sexual. Nada dijo de los besos ni las caricias, sus pezones estaban tiesos y su coño empapado cuando la zorra pelirroja se lanzó sobre ella para follarle el chocho.