La buena relación de esta chica con su tía materna se nota desde el momento en que su novio la deja por otra y ella va a consolarse en sus brazos. Pero la mujer también está despechada, porque se acaba de separar de su marido también por una infidelidad; aunque, en este caso, fue ella la esposa infiel. Y es que después de años de matrimonio se había dado cuenta de que le gustaban las mujeres, y había tenido un desliz con una amante. Ahora le quedaba el gusanillo del sexo lésbico, que realmente era su opción sexual; y tener a una jovencita llorosa entre sus brazos empezó a removerle cosas. Vamos, que a la tía le gustaba la sobrina, no solo porque le tenía cariño sino porque la ponía cachonda. Y para consolarla, le hizo una demostración de lo que era follar con lesbianas. Porque ¿y si a ella también le iba el ser tortillera?